jueves, 22 de abril de 2010

“La vida de la humanidad y de la Madre Tierra” no se compra ni se vende

Conclusiones finales Mesa 15 Plenaria final.

Coopresidencia:

Manuel Rojas Boyan-Antropólogo y Periodista-
La Paz Bolivia-representante Ayllu ecológico.

Anahit Ahanorian- Ingeniera Agrónoma- milito en Tupamaros-
Uruguaya- grupo Guayubira.

Moderador-secretario: Johan Meiz Vásquez-representante de la CMPCC

La mesa contó con asistencia masiva, de visitantes de diversos países entre ellos Bolivia, Perú, Brasil, Chile, Venezuela, Uruguay, Estados Unidos, entre otros.

Vale destacar la participación de: Severo Soto quien dijo:” cifras estadísticas no eran las correctas durante la revisión del documento”. Maria Escáner propuso mayor plantación de árboles, y la coopresidencia, supo mantener el orden en base al respeto y la educación.

Se aprobaron los 11 artículos puestos en debate en la Mesa de Trabajo 15 “Peligros del mercado de Carbono” que inicialmente fueron 8.

Durante la última reunión, los miembros llegaron al siguiente acuerdo general:

“Los movimientos sociales y organizaciones populares, reunidos en la Cumbre, constatamos que a pesar de nuestras numerosas movilizaciones y constantes denuncias los gobiernos capitalistas, los organismos internacionales y las entidades financieras continúan en la senda de agravar la destrucción del Planeta”.













Constatamos que:

1. El rotundo fracaso del mercado de carbono es innegable sabiendo que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se han incrementado en 11,2 % [1] dentro de los Países Desarrollados en el periodo 1990 – 2007, fallando en el cumplimiento de su objetivo central.

2. En el año 2008 se otorgaron derechos de emisión de GEI por una cantidad cuatro veces mayor a las emisiones de 1990, en el mismo periodo las transacciones totales de Bonos de Carbono ascendieron a 126.346 millones de dólares de los cuales el 73% correspondió a Permisos de Emisión [2], monto que benefició a agentes intermediarios.

3. El mercado de carbono propicia la evasión de responsabilidades de los países desarrollados. Así impide la reducción de sus emisiones domésticas, trasladando sus responsabilidades a los países en desarrollo.

4. El Mercado de Carbono ha transformado la reducción de GEI en un negocio lucrativo, mercantilizando nuestra Madre Tierra, éticamente no representa una alternativa para afrontar el cambio climático, puesto que saquea, devasta la tierra, el agua e incluso la vida misma.

5. La reciente crisis financiera ha demostrado que el mercado es incapaz de regular el sistema financiero, que es frágil e inseguro ante la especulación y la aparición de agentes intermediarios, por lo tanto sería una total irresponsabilidad dejar en sus manos el cuidado y protección de la propia existencia de la humanidad y de nuestra Madre Tierra.

6. Rechazamos el cambio del uso del suelo que implica exclusión de ecosistemas existentes para transformarlos en enormes extensiones de plantaciones de árboles de especies exóticas (no nativas) de rápido crecimiento como el eucalipto. De esta manera los suelos no cumplirán la función de sumidero de carbono y corren el riesgo de transformarse en fuente de carbono, contribuyendo aun más al efecto invernadero.

7. Condenamos terminantemente la utilización de límites de emisión desmesurados, hot air, concedidos a los países de Economías en Transición (ex Unión Soviética) para el cumplimiento de compromisos de reducción de emisiones de los países desarrollados.

8. Demandamos que la preservación de centros ecológicos que coadyuvan al control y la captura de emisiones, debe ser el pago de la deuda climática, fuera del Mercado de Carbono, por parte de los países desarrollados. Estos recursos deben estar sometidos a la soberanía de los pueblos y de los estados nacionales.

9. Rechazamos las falsas soluciones que promuevan los mercados de carbono, la transferencia de obligaciones de reducir emisiones a terceros, la energía nuclear, los monocultivos, las plantaciones forestales, transgénicas, la Geoingeniería [3], los mega proyectos de infraestructura (IIRSA) o los planes de captura y almacenamiento de CO2.

10. Consideramos inadmisible que las negociaciones en curso pretendan la creación de nuevos mecanismos que amplíen y promuevan el mercado de carbono, toda vez que los mecanismos existentes nunca resolvieron el problema del Cambio Climático ni se transformaron en acciones reales y directas en la reducción de emisiones (GEI).

11. Condenamos rotundamente al Mercado de Carbono y nos oponemos a cualquier intento de ampliación y creación de nuevos mecanismos como el establecido en el entendimiento de Copenhague.

“La vida de la humanidad y de la Madre Tierra” no se compra ni se vende, e instamos y convocamos a las organizaciones y a todos los seres humanos conscientes del mundo a unirse y tomar acciones en defensa de la vida y la subsistencia de la Madre Tierra.


La Asamblea que duró de 2:30 a 8:30 pm. Concluyó con la lectura del documento en la plenaria final, además de las conclusiones y el compromiso del cambio partiendo de todos y cada uno de los presentes.

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